

Partiendo de un vino base de la variedad Albariño, se reduce el contenido alcohólico mediante técnicas que preservan los aromas y sabores originales.
Partiendo de un vino base de la variedad Albariño, se reduce el contenido alcohólico mediante técnicas que preservan los aromas y sabores originales.
Mediante una gasificación forzada de larga duración se incorporar 7 gr de CO2 que al abrir la botella se desprenden como burbujas finas con olor a albariño.
Cata
Al abrir la botella aparecen los aromas a fruta fresca, cítricos y lías finas propias del albariño. Cuando lo echamos en la copa, destaca su brillo y los reflejos dorados que brillan con especial fuerza gracias a las burbujas. Finalmente, un trago de FRIZZANTIÑO se convierte en una experiencia que nos llena de burbujas con sabor a fruta fresca, acidez equilibrada y un final sabroso que pide otro trago.